lunes, 16 de septiembre de 2013

Entrevista a AUP en 1982

   Extraído del libro LOS ADECOS EN EL PODER. Autor;  Sanin. Colección Criterios, Caracas, octubre de 1983. Páginas; 92 al 100.

RETRATO DE MEDINA

CONVERSACIONES CON ARTURO USLAR PIETRI

    En Paris hable largo con Uslar Pietri sobre el presidente Medina. Estaba desempeñando la embajada ante la Unesco y Uslar llego a Francia de vacaciones. Era el año de 1982 y el gran escritor accedió a hablar de los años de Medina, cuando Uslar fue actor principal de la política y líder indiscutible del PDV. Su testimonio es muy importante porque Uslar es de los pocos ministros de esa época que esta en plena creación intelectual y porque el posee la mejor información histórica y personal sobre un gobierno cuyas realizaciones han sido deformadas o silenciadas durante la era democrática que comenzó el 23 de enero de 1958.
¿Cuando conoció usted al general Isaías Medina Angarita?
-   No recuerdo con precisión cuando conocí a Medina. Ha debido ser en los años de mi adolescencia en Maracay y de estudiante en Caracas cuando vine a tratarlo personalmente. Por el largo tiempo que fue comandante de la Compañía de Cadetes de la Escuela Militar, se convirtió en un personaje muy popular y conocido entre los círculos de intelectuales y bohemios de Caracas. De esa época data su amistad, en algunos casos muy estrecha, con hombres como Tito Salas, Rómulo Gallegos, Andrés Eloy Blanco, Francisco Pimentel, Leoncio Martínez (Leo) y otros muchos. Se sentía muy a gusto entre escritores y artistas y su extraordinaria simpatía personal le granjeaba fácilmente amistades. Después de ser designado Ministro de Guerra por el General López Contreras, continuamos teniendo muy cordiales relaciones de amistad y nos veíamos con alguna frecuencia.
¿Cómo fueron sus relaciones con Medina durante el gobierno de López Contreras?
-   Cuando fui designado Ministro de Educación en julio de 1939 por el Presidente López Contreras, mi amistad con Medina, que era Ministro de Guerra, se hizo aun más estrecha y constante. Nos veíamos con frecuencia. Nuestros dos Despachos colaboraron muchas veces en muchos proyectos relacionados con la educación física y las conmemoraciones patrias, y muchas veces tuvimos largas conversaciones sobre el país, la política y el porvenir. Cuando Medina se convirtió en el candidato gubernamental a la Presidencia de la Republica para el periodo 1941/1946, yo continuaba en el Gabinete. En alguna ocasión me pidió opiniones sobre declaraciones que pensaba formular y fue solo escasamente 4 o 5 días antes de tomar posesión de la Presidencia cuando me llamo para decirme que deseaba contar con mi colaboración inmediata y que por lo tanto me ofrecía la Secretaria de la Presidencia. Creo que en Medina debió influir para esta decisión el conocimiento que tenia de mi carácter y de mi persona, mi labor en el Ministerio de Educación y mi actitud en el Gabinete. Desde el momento mismo en que me designo, tuve toda la plenitud  de su confianza y todos los asuntos del Gobierno pasaban por mis manos sin ninguna reserva. Era Medina hombre sagaz y observador, de inteligencia abierta y comprensión rápida, que comprendía fácilmente las cuestiones y con quien era grato trabajar. Era hombre de extraordinaria delicadeza personal, nunca alzaba la voz, nunca intentaba imponer su criterio sino que oía con atención, discutía y finalmente tomaba sus decisiones. Me toco vivir junto a el momentos difíciles en los cuales sus excepcionales
Condiciones humanas se pusieron más aun de manifiesto. En la Secretaria de la Presidencia yo fui objeto sistemático de muchos ataques provenientes de muchos de sus seguidores, en forma solapada y abierta. Era yo el primer Secretario de la Presidencia que desde la época de Gómez no había nacido en los Andes y esto permitió que gentes turbias comentaran que yo detestaba a los andinos. Otros me acusaban de antimilitarista o de peligrosas inclinaciones hacia la izquierda. En algunos casos se llego al extremo de atribuirme hechos y opiniones para hacer ver que yo me jactaba de ser la persona más poderosa en el Gobierno y de tener una influencia ilimitada sobre el Presidente. Con su innata noblez y su rectitud moral, Medina nunca hizo caso de estas acusaciones y aun en ciertos casos en que yo le planteaba la conveniencia de separarme de la Secretaria para ponerle cese a esta nefasta y dañina propaganda, se negó abiertamente y en mas de una ocasión hizo declaraciones publicas en defensa mía. Esto revela el grado de identificación y de lealtad mutua que nos unía y que ni su muerte ha contribuido a debilitar ni a destruir. Por lo demás Medina sabia perfectamente como era de irreprochable mi conducta política, como me oponía a toda maniobra y como le servia con la mas estrecha lealtad.
¿Cuándo, como y por que Medina reacciono contra López Contreras?
-   Ha sido tradicional dentro del sistema presidencialista venezolano que el antecesor designante y el sucesor designado terminen fatalmente por no entenderse. El Presidente saliente y los descontentos que tienden a rodearlo consideran inadmisible todo lo que se aparte de la mera y simple continuidad del régimen anterior. Ni en Medina, ni en López hubo intención de distanciarse. Me consta que Medina sentía un inmenso afecto por López Contreras y que deseaba mantener con el las mejores relaciones. Pero, desgraciadamente, algunos cambios de Gabinete, ciertas innovaciones administrativas como la declaración del 1* de mayo como Día del Trabajador, trajeron inevitables malentendidos y fueron comentadas desfavorablemente en el circulo político que rodeaba al General López Contreras. La cuestión final y a mi modo de ver definitiva fue el problema de la candidatura presidencial para las elecciones que debían celebrarse en 1946. Algunos amigos del General López Contreras deseaban que este volviera a la Presidencia de la Republica como sucesor de Medina. Pensaba Medina por su parte, y no sin razón, que la vuelta del General López como sucesor suyo iba a revestir todo el aspecto de una componenda y que la imagen histórica de ambos sufriría por este hecho. Se hicieron sinceros esfuerzos, en los cuales yo tome parte muy activa, para que pudieran llegar a un acuerdo en torno a un candidato aceptable por ambos. Desgraciadamente esto no fue posible por la decisión del General López Contreras de mantener su candidatura. En una ocasión, ya en 1945, tuve una conversación personal y muy franca con el General López Contreras, por insinuación del doctor Manuel Egaña. En esa oportunidad le reitere en nombre de Medina y en el mío propio la necesidad de que llegaran a un acuerdo en torno a una candidatura, los graves peligros que para el futuro de la democracia presentaba una ruptura entre ellos y la necesidad de que todos hiciéramos un supremo esfuerzo para alcanzar esa solución. Le llegue a decir aun mas, que sabia que algunos de sus amigos me señalaban como el causante y promotor del distanciamiento entre Medina y el y que para mostrarle mi voluntad de colaborar en un entendimiento, estaba dispuesto a renunciar inmediatamente a mi posición de Secretario del Presidente y a retirarme del país por un tiempo prudencial en alguna Misión Diplomática. Me dijo entonces que nunca había creído semejante infundio, que yo tenia toda su amistad y confianza y que consideraba que no se justificaba mi separación del gobierno, pero que ya era muy tarde para llegar a un entendimiento en torno a una nueva candidatura. Si ese acuerdo se hubiera logrado, como lo deseaba Medina y yo también, muy posiblemente el país se habría ahorrado el episodio del octubre con todas sus consecuencias.
¿Cuáles son la obras y realizaciones mas importantes del gobierno de Medina?
-   Las realizaciones mas importantes del Gobierno de Medina, que fueron muchas y de inmenso merito si se piensa en la pequeñez de los recursos de que se dispuso puesto que el mayor presupuesto de todo su periodo, que fue el ultimo, apenas sobrepaso los 80 millones de bolívares, podrían ser las siguientes:
    En primer lugar la afirmación y ampliación de la vía hacia la democracia efectiva, no solo desde el punto de vista del mantenimiento escrupuloso de los derechos ciudadanos y las libertades publicas, y la cesación de toda forma de persecución política, sino, sobre todo, del propósito de crear las bases fundamentales de la vida democrática, como son la organización de los partidos políticos y de las organizaciones sindicales. Bajo el régimen de Medina se estructuraron los partidos políticos que iban a predominar en el desarrollo actual de Venezuela, el Gobierno legalizo en la forma mas amplia a AD, al núcleo de lo que mas tarde vino a ser Copei, y a la izquierda, comprendido el Partido Comunista, después de la reforma de la Constitución que elimino la prohibición de la ideas marxistas y comunistas. Medina comprendió muy bien que sin partido no había democracia y que la sinceracion de la vida política del país requería la organización de todos los sectores de opinión en partidos y, entre ellos, desde luego, el muy importante sector que apoyaba al Gobierno. La creación de PDV era el reconocimiento por parte del Gobierno de que desde ese momento el futuro político del país no dependería mas de caudillos o de imposiciones armadas sino del juego de los partidos políticos, y que el gobierno daba el ejemplo de someterse a las reglas de ese juego y de invitar a sus simpatizantes a integrarse en una organización política para ir a disputar los votos populares en la calle. A mi modo de ver, este es el hecho que define la estabilización y el rumbo de la democracia venezolana y que hubiera llevado al país pacíficamente y de manera segura y sólida a su desarrollo político si no hubiera sido por el infortunado incidente de octubre. Medina se enorgullecía, y con razón, en repetir cada año en sus discursos presidenciales que no había en Venezuela ni un preso ni un desterrado por motivos políticos. Es tal vez la única vez que con plena seguridad un Presidente venezolano ha podido afirmar semejante cosa.
    En materia fiscal y administrativa fue muy importante el mantenimiento de una rigurosa disciplina fiscal. Los presupuestos eran equilibrados y se efectuaban estrictamente de acuerdo con la Ley sin ninguna forma de endeudamiento. Se dio el inmenso paso de avance de crear el Impuesto sobre la Renta, que por primera vez introdujo la justicia tributaria en Venezuela y al mismo tiempo abría el camino para que el Estado pudiera participar más justamente en la riqueza petrolera.
¿En que consistió la reforma petrolera de Medina?
-   La reforma petrolera de 1943 es un acontecimiento histórico de primera magnitud. Puede decirse que la historia del petróleo en Venezuela comprende tres etapas, a saber, desde la iniciación de la explotación hasta 1942, época que se caracterizo por la falta de unidad y cohesión en el sistema legal que regia la industria y por la muy pequeña participación fiscal y administrativa del Estado. La época que se inicio en 1943 con la Ley de Medina, que estableció la intervención del Estado de un modo claro, que sometió a la industria a las leyes nacionales impositivas, que unifico todo el sistema legal de esa actividad y que estableció las bases para que la participación fiscal y administrativa del Estado pudiera crecer ilimitadamente hasta llegar al control completo. La tercera etapa seria la de la nacionalización, que no es sino una consecuencia del sistema creado en la Ley de 1943. Por mezquinos motivos políticos, no se le ha dado a esta transcendental Reforma toda su importancia en la historia económica y política de Venezuela.
¿Y la reforma agraria de Medina, como fue?
-   La Reforma Agraria que aprobó el Congreso en 1945 sobre un proyecto elaborado por una comisión sumamente calificada y amplia en la que estuvieron representados los mas diversos sectores políticos y los mas calificados especialistas. Esta fue una Ley modelo de sensatez y de amplitud, que hubiera asegurado una transformación estable y prospera del sector campesino y que desgraciadamente el golpe de octubre de 1945 dejo sin aplicación hasta que 15 años, mas tarde, se dicto la contradictoria y demagógica Ley que ha producido el fracaso de la Reforma Agraria.
¿Qué nos dice de la política social?
-   Fue bajo el Gobierno de Medina que se estableció el Seguro Social Obligatorio con toda su inmensa significación social, que se dio el voto las mujeres por primera vez en nuestra historia para la elección del Poder Municipal, y que se reconoció a los hijos naturales el derecho de conocer a su padre, de probar la paternidad natural ante los Tribunales y de concurrir con los hijos legítimos a la sucesión paterna.
     Vistas en su conjunto, estas grandes reformas configuran una transformación tan importante y profunda que puede decirse que no ha tenido precedentes ni equivalentes en la historia del último medio siglo;
¿Y la política exterior?
-   Habría que mencionar también la política internacional de Medina durante la Segunda Guerra Mundial, su actitud ante los Estados Unidos y su posición de firmeza en el delicado asunto de la posición de las Antillas Holandesas. El discurso que pronuncio ante el Senado de los Estados Unidos con ocasión de su visita oficial es irreprochable y representa una actitud que muy pocas veces ha podido y sabido tomar otro país hispanoamericano.
¿Es cierto que fue usted quien aconsejo a Medina que no estableciera el sufragio universal para elegir al presidente de la republica?
-   No es cierto que yo ni nadie específicamente se haya opuesto a la instauración de la elección del Presidente de la Republica y Congreso por medio del sufragio universal. Estaba en la mente de todos que ese era un paso necesario que había que dar en el momento oportuno para completar la estructura formal de nuestra democracia. En el programa del PDV se anunciaba esta importante reforma y hay documentos públicos y pronunciamientos del Partido en distintas ocasiones en que se ratifica este compromiso. Las dudas surgían en muchas mentes sobre la oportunidad de hacer la transcendental reforma. Se pensaba, y con razón, que vivíamos un periodo de transición difícil que exigía tacto y prudencia para alcanzar los fines sin riesgos de ruptura. Era evidente que no había habido tiempo desde la muerte de Gómez para que se estructuraran en el país fuerzas políticas suficientemente poderosas  para asegurar la estabilidad y que la tradición de la dictadura con apoyo armado estaba todavía muy próxima. Se estaba consciente de que a la muerte de Gómez, la estructura del poder reposaba en un ejército predominantemente comandado por jefes tachirenses, y muchos hombres pensaban que se podía correr un riesgo innecesario al romper brusca y aparatosamente los aspectos mas visibles de esta situación. Esto llevo a la convicción de hacer la transición en dos etapas. Elegir un Presidente civil pero tachirense en 1946. Este fue el caso de Escalante y posteriormente el de Biaggini. Y una vez establecido este precedente de la magistratura civil, dar el otro paso de la reforma constitucional para que en las elecciones de 1951 se hubiera elegido por sufragio universal y directo al Presidente de la Republica. Nadie puede saber hoy si se exagero en el temor a estos riesgos o si eran reales. La ruptura violenta de 1945 altero todo el proceso y de hecho fue un regreso a la vieja formula de la intervención militar.
¿Por que no fue usted el candidato del PDV a la presidencia en 1945?
-  Desde que se fundo el PDV  y en relación directa con el papel importante que me toco  desempeñar en el Gobierno y en el Partido, mi nombre fue mencionado muchas veces como el de un posible candidato a la sucesión presidencial del General Medina. Puedo decir que el propio Presidente vio con buenos ojos esta posibilidad y que en el pensamiento de la mayoría de los dirigentes se pensaba que dentro de la continuidad de aquella política, tarde o temprano yo seria un seguro candidato a la Presidencia. Había, sin embargo, otros aspectos que era necesario tener en cuenta. Desde 1899, se había creado una situación política en Venezuela caracterizada por la jefatura política de jefes militares tachirenses: Castro, Gómez, López Contreras y Medina. La interrupción pacifica y evolutiva de esta situación estaba en la mente de todos, pero se pensaba que había riesgos ciertos en tratar de precipitarla. Era tan fuerte el sentimiento regional que la propia designación mía como Secretario de la Presidencia de la Republica no dejo de ser mal vista por muchos sectores por el hecho de no ser yo de esa región. Medina, que estaba muy por encima de estas estrechas miras parroquiales y que deseaba sinceramente adelantar y ampliar el camino del país hacia la democracia, no podía dejar de tomar en consideración esta situación.  
   Como ya lo he dicho, se había pensado en una transición que abarcara dos periodos. Uno primero con un Presidente civil que interrumpiera la línea de los jefes militares, y luego, posteriormente, con la reforma constitucional que estableciera la elección universal y secreta para la Presidencia. Se pensaba que en esta forma podía asegurarse de una manera sólida y libre de riesgos la evolución de Venezuela hacia la democracia. La candidatura del doctor Escalante correspondió a este propósito. Al quedar inhabilitado el doctor Escalante, se pensó en alguien que pudiera llenar las condiciones que este representaba y por ello la escogencia recayó en el doctor Ángel Biaggini, distinguido jurista y político tachirense que tenia el prestigio de haber presidido en el Ministerio de Agricultura el proceso que llevo a la adopción de la Reforma Agraria. Lamentablemente, el mal no fue evitado. Los que estaban dispuestos a apoyar a Escalante, se volvieron acérrimos detractores de Biaggini y la ruptura violenta del proceso democrático vino a ocurrir de todas maneras.
¿Es cierto que Medina estaba informado sobre la conspiración?
-  Con frecuencia llegaban al General Medina denuncias mas o menos fundadas con respecto a presuntas actividades conspirativas de oficiales de Ejército. Por carácter y convicción, se inclinaba a dudar de la seriedad de este tipo de acusaciones. Estaba convencido, y con razón, de que realizaba el Gobierno mas liberal y democrático que Venezuela había conocido y de que no existía en el ni en los que lo rodeaban la menor idea de predominio y permanencia. Tenía además mucha fe en la lealtad de los oficiales y los trataba con tolerancia y paternalismo. La denuncia de la conspiración debió llegar a su conocimiento dos o tres días antes del 18 de octubre de 1945. Fue entonces cuando decidió proceder, pero aun en este caso, ordeno hacerlo con mucha prudencia y cautela. Me dijo en esa ocasión que no quería que por una precipitación se fuera a ocasionar un grave daño para la reputación y la carrera de un oficial del Ejército. En otras ocasiones he narrado públicamente y por escritos mis recuerdos de los sucesos de esos días.
   Así termino Arturo Uslar Pietri sus confesiones sobre Medina y su gobierno, una placida tarde en mi residencia de embajador ante la Unesco en Paris. Uslar hablo entonces con serenidad y con justicia sobre la vida y la obra del magistrado depuesto por la fuerza y la violencia el 18 de octubre de 1945. Uslar hablo sin odios ni resentimientos, dejando para el juicio de la historia el dictamen definitivo acerca de aquel funesto cuartelazo que nos hizo retroceder hacia la época de la barbarie porque la ruptura del proceso institucional le abrió las puertas de nuevo al hombre del sable y de instintos primarios representado en Pérez Jiménez.

FIN DE LA ENTREVISTA Y DEL COMENTARIO FINAL.

   Sanin es Alfredo Tarre Murzi, fue: periodista, escritor, abogado laboral, profesor aniversario, parlamentario, ministro, embajador, etc.
Además de esta obra; Los adecos en el poder. También escribió con el seudónimo de Sanin: Democracia con energía; Gracias a ti; Cuando el hombre no camina; Venezuela Saudita. Todas con fuertes criticas a la gestión de Carlos Andrés Pérez en su primera presidencia. Y la obra: López Contreras, de la tiranía a la libertad.
   Como Tarre Murzi: La nueva diplomacia; La política laboral; El Estado y la Cultura.




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